En estos días festejamos en Argentina el Bicentenario de la Revolución de Mayo, una semana histórica en la que dimos nuestros primeros pasos hacia la declaración de la Independencia que recién llegaría en 1816. Sin embargo, aun hoy nos queda mucho por seguir construyendo para declarar que somos auténticamente libres… Antaño miramos hacia afuera, hacia Europa, para construir nuestra identidad y nuestra cultura. Hoy, a 200 años creo que podemos voltear la mirada hacia nuestro interior y nutrirnos de las ancestrales raíces culturales de América para ser protagonistas de una nueva revolución: la de la reciprocidad y la vida ambiental y humanamente sustentable, pilares esenciales de nuestras cultras originarias. El interior de nuestro espíritu y el Interior de nuestra amada Argentina nos necesita y nosotros lo necesitamos. Para que el desatino del hambre no rumoree más en miles de niños, niñas, hombres y mujeres que también desean la libertad para sus vidas. Yo quiero regalarle a mi país en su cumpleaños toda mi capacidad y mi entusiasmo para que la reciprocidad (equilibrio humano) y la sustentabilidad (equilibrio natural) nos convierta en el cambio que deseamos ver en el mundo. Como decía Gandhi, «Debemos ser el cambio que queremos ver».
¿A vos qué te gustaría regalarle a Argentina en este Cumpleaños?
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