El Inti Raymi, tus hijos y vos. Raíces ancestrales para un invierno especialmente cálido.

© Mamma Mia. Los Talleres y Planificaciones de Juego Creativo para vos y tu bebé de Pedí3Deseos.
fuente de la foto http://bit.ly/bGObJZ

En las culturas origniarias de América, el solsticio de invierno es el momento sagrado para honrar al Padre Sol mediante la ceremonia del Inti Raymi. Es una fiesta con un profundo sentido espiritual que vincula nuevamente al ser humano a la naturaleza que lo rodea, recordándole que es parte de ella y honrando los 4 puntos cardinales y los elementos. Se ruega al sol que bendiga las cosechas, que regrese a la tierra acercando cada día un poco más sus luminosos rayos y su calor. La imágen del Dios Sol conformada por un disco de oro con rasgos humanos era ubicada ante una puerta que se orientaba hacia el Levante para que reflejase los primeros albores del amanecer. En ese instante, el Inca con los brazos extendidos hacia el sol oraba: ¡Oh, mi sol! ¡Oh mi sol! Envíanos tu calor, ¡que el frío desaparezca! ¡Oh, mi sol!

Tuve la fortuna de asistir a una ceremonia de Inti Raymi organizada por la escuela de mis hijos donde invitaron a un miembro de la comunidad inca para que oficiara la fiesta. Fue una experiencia maravillosa, profunda, del alma y que difícilmente pueda explicar en palabras. Pero lo que quiero compartir es que recuerdo que luego de completar el ritual, nos dio la oportunidad de dialogar con él, sentándonos en círculo para hacerle preguntas. Siendo que mencionó que su cultura contaba con prácticas específicas para el autoconocimiento y que esta es una materia que me interesa especialmente le consulté cuál sería una práctica que nos pudiera recomendar. Recuerdo exactamente cómo me miró con profundidad a los ojos y de manera pausada y suave, al estilo en que habitualmente hablan nuestros indios, le contestó directamente a mi corazón, con palabras que ahora reproduzco a mi mejor entender:

«Nuestros abuelos despertaban y veían el sol brillar en las laderas de las montañas, a la otra orilla del río o en el horizonte de pastizal y colinas. Nosotros ahora vivimos en ciudades con cemento y calles y no alcanzamos a ver el sol tal vez hasta pasadas un par de horas de la mañana. Pero en el momento en el que veas el sol por primera vez cada día, cerrá los ojos por un instante y viajá a lo profundo de la nada desde donde todos surgimos. Sintiendo el sol en nuestro rostro, sintiendo la nada desde donde surgimos, regresá suavemente hasta el momento presente agradeciendo al sol por su luz, por su calor y su sabiduría.»

Te propongo, de corazón, que te des la oportunidad de realizar esta magnífica práctica de conexión con nuestro ser esencial y profundo disfrutando de la bendición que nos brinda la luz del sol de manera cotidiana. Al hacerlo, por unos instantes eternos, colmados de vida, la asociación libre de ideas se detiene y simplemente somos.

Una vez que lo hayas probado, podés proponerle también a los chicos que se paren de frente al sol, con los ojitos cerrados y que extiendan sus manitas abiertas como queriendo sentir en sus palmas la tibieza de sus rayos. Luego pueden jugar a que traen las manos hasta el corazón para «iluminar» su día. Es muy lindo ver cómo luego ellos mismos recuerdan «saludar al sol» e incluso lo piden si están molestos o preocupados por algo. De este modo, al acompañarlos para que aprecien la naturaleza externa estamos fortaleciendo también su naturaleza interna.

¿Qué más se puede hacer durante este invierno inspirados en el Inti Raymi?

Desde la celebración de las diversas culturas.

  • Acercar a los chicos a conocer la cultura Inca mediante el Inti Raymi, viendo documentales, fotos y narrando algunas de sus leyendas.
  • Hacer un hermoso símbolo de Inti (sol incaico) para colocar en la puerta de casa (o de su habitación) con un disco de cartulina negra para el fondo y papel glacé dorado para el rostro del sol. Desde bebés de 18 meses pueden integrarse trozando el papel glacé y pegarlo con dedos o pincel.
  • Si los chicos tienen 5 o más años, podés contarles un poco acerca de la celebración del Inti Raymi, pueden ver imágenes sobre la cultura Inca y esta fiesta en particular aquí: http://www.emufec.gob.pe/espanol/inti-raymi.html.
  • Visitar el museo etnográfico local. En Argentina, en la ciudad de Buenos Aires el Museo Etnográfico J. B. Ambrosetti ofrece actividades sumamente valiosas y una mirada de profundo respeto por las raíces culturales de nuestra querida América. Podés encontrar información en su sitio web acá: http://museoetnografico.filo.uba.ar/portalMuseo.html
  • Armar un librito con toda la información que hayan obtenido utilizando el formato de ¿Sabías que…? Por ejemplo: ¿sabías que el sol de la bandera argentina es un sol incaico?
  • Crear una mini celebración del Inti Raymi en casa colocando una manta con objetos que representen los elementos de la naturaleza y los cuatro puntos cardinales. Sembrar semillas de maíz en un macetón o en el fondo de casa mientras disfrutan de un día de invierno lleno de sol.

Desde la exploración artística. Hacer un recorrido por la literatura, la música y las artes visuales que expresen el amor al invierno, la naturaleza y el sol.

  • ¿Hace frío? Leer en casa bien abrigados es una excelente opción! Para disfrutar muy especialmente el sol y la armonía en la naturaleza sugiero Manuela color canela (Fondo de Cultura Económica). Bellísima obra de poesía infantil en prosa que narra la aventura de una niña que quiere disfrutar del sol pero ¡ay! una nube no la deja. Para leer una y mil veces y disfrutar de cada letra.  También pueden leer poesías sobre el sol, como la de Teodoro Frejtman, «El sol» y el cuento de María Elena Walsh, «Don Fresquete».
  • Crear canciones para el sol, aprender los cantos tradicionales infantiles que lo nombran y comprarse una flauta para tocar esta sencilla y hermosa canción: Lluvia y sol de Pablo Bensaya (el link te lleva a la partitura completa, es muy fácil de ejecutar). Si querés cantarle en inglés, es hermoso el estribillo de Here comes the Sun, de los Beatles.
  • Conocer la obra Impresión: sol naciente de Monet cuyo título fue la motivación para bautizar el movimiento impresionista. Podés imprimir una copia y comentar lo que ves, pidiendo a los chicos que hagan sus aportes nombrando también las sensaciones y sentimientos que genera la obra. Después pueden pintar sus propias versiones de la obra o pintar un cuadro del sol naciente visto desde el auto camino a la escuela, desde una ventana de la casa o desde la vereda.

2 Comments

  1. Simplemente: GRACIAS!!!!!!!! todas y cada una de tus palabras e ideas alimentan mi espíritu y agrandan mi corazón materno, además de transportarme a todos los amaneceres que mi papá puso en mis ojos frente al mar, en el río y la montaña… Un dato: la Reserva Ecológica de Costanera sur, en Ciudad de Buenos Aires, no abre tan temprano, pero se divisa fantástico el amanecer desde la misma rambla peatonal. Cariños! Paz

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