El regalo que hará feliz a tu peque

Artículo de Luciana Bonacina

Luciana es la creadora del espacio de juego libre Corazón de Luz en Santiago del Estero y es egresada de la Formación de Facilitadores de Juego Libre, con el método María Raiti.

Al intentar definir el concepto de Felicidad, resultó ser en mi opinión algo tan subjetivo, ya que lo que hace feliz a una persona, puede no causar felicidad en otra, y así llegaríamos a innumerables planteos.

Sin embargo, creo que los padres, siempre, siempre, anhelan que sus hijos sean felices, podrán cometer errores, equivocarse o no en el camino de crecimiento y desarrollo de sus hijos, pero en su corazón es su verdadero deseo.

En cuanto a lo que a un niño le hace feliz, sinceramente pienso que las cosas simples, eso auténtico que se le puede brindar, ya sea la disponibilidad de compartir unos minutos de juego con él durante el día, permitirle jugar con cosas simples (sin riesgo para el menor) que le permita desplegar su imaginación y creatividad, llevarlo de paseo al parque o a la plaza, hacer galletas con mamá o papá, pasar tiempo con sus abuelos, etc.

También permitirle al niño ser él mismo, que desarrolle su ser, que tenga libertad de expresar sus emociones, donde haya padres que validen su sentir y le brinden contención y cariño en cualquier momento.

Que los padres puedan transmitir a ese niño que ante cualquier circunstancia, aunque a veces se puedan enojar o mostrarse molestos porque no hizo sus tareas, peleó con su hermanito o no ayudó a juntar sus juguetes, etc., siempre pero siempre lo van a AMAR en cualquier situación o circunstancia.

Pero considero que hay algo que indefectiblemente hace feliz a todos los niños, y me atrevo a decir que cuando lo recuerden en cualquier instante de su vida de adulto, volverán a sentir esa felicidad plena, y es cuando esos padres o referentes de crianza le pueden transmitir a través de una mirada y palabras de Amor que confían en él y que lo que está haciendo, lo está haciendo muy bien, y lo mejor que puede en ese momento, esa mirada compasiva y de amor hacia tu niño es el mejor regalo que le puedes realizar, le brindas seguridad, autoconfianza, le permites ser, equivocarse, fallar y cuando rompa en llanto o enojos ante una frustración, saber que puede volver a vos, que ese niño tenga la certeza que sos su “PUERTO SEGURO”, como dice mi mentora María Raiti, ese lugar donde encuentra consuelo, contención, límites claros y amorosos, confianza en él, apoyo, seguridad, pero sobre todo donde encuentra el VERDADERO AMOR.

 

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