Hoy me llegó un correo comentando el artículo A leer se aprende mejor jugando y al volverlo a leer vi que faltaban las fotos que había puesto originalmente. Al buscarlas, encontré también esta imagen que publico ahora (de Julieta y Andrés a través del espejo) y me pareció que era imperdible.
…Los libros, un juego más de pasar palabras e imágenes como si fueran las cuentas enhebradas en espiral amarillo nutren la imaginación, recrean el pensamiento, generan vínculo y siembran vínculos que conservaremos probablemente durante toda nuestra vida. En mi caso, por ejemplo, recuerdo nítidamente el cuento de Epaminondas y el de Dailankifki.
«¡Contamelo otra vez, otra vez!!!», le pedía a mi papá cada vez que terminaba el relato del pequeño que hacía un desastre tras otro por entender mal las indicaciones de su mamá.
«¡Otro capítulo más, otro más!», pedíamos con mis hermanos llenos de curiosidad por saber qué nuevo disparate sucedería en las vidas del elefante volador, el bombero valiente y la muchacha que solía sacar a pasear su malvón en un carrito.
Y así, nos quedábamos por fin dormidos. La aventura había terminado, pero no importaba. ¡Sabíamos que volvería a la noche siguiente y eso nos hacía tener los más dulces sueños!
Son muchos los motivos por los cuales con mi marido hace años que hemos dejado de hacer compras de juguetes industriales masivamente promocionados en la tele y otros medios para Navidad. Uno de ellos es que hemos encontrado que otro tipo de regalos, entre ellos los libros, tienen una vida útil, un valor humano y un uso recurrente muy superiores. Si te gustaría regalar un libro esta navidad a tu pequeñín, tal vez podamos hacerte algunas sugerencias. ¿Querés saber qué cuentos nos gustan? ¡Click acá!
¡Ojalá les gusten tanto como a nosotros, y si tienen sus propias sugerencias serán muy bienvenidas! Por favor cuéntennos cuáles son sus libros infantiles favoritos en el sector de los comentarios. ¡Gracias por sus aportes!
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