Cómo convertir el cambiado de pañales en un momento de comunicación amorosa con tu bebé

©Lic. María Raiti. Especialista en Crianza, Educación y Primera Infancia.

La doctora Emmi Pikler realizó un descubrimiento fantástico: los bebés no necesitan ser estimulados para desarrollarse plenamente y en armonía en todos los aspectos de su personalidad. Pero sí necesitan un calmo equilibrio entre el vínculo y el juego libre ininterrumpido.

En relación al vínculo Pikler propone una genialidad: aprovechar todos los momentos de cuidado cotidiano del bebé (alimentación, cambiado de prendas, baño y cambio de pañal) para establecer una relación fluida entre la madre y el hijo, donde el respeto, la comprensión mutua y la cooperación son el resultado natural del intercambio. Además, una vez que el bebé se encuentra saciado en su necesidad de apego seguro, o vínculo, queda disponible para jugar en libertad, sin necesitar convocar permanentemente la atención del adulto o su asistencia durante períodos de tiempo cada vez más prolongados. ¿Suena demasiado idílico? ¡Es real! Les dije que era una genialidad 🙂

Hoy quisiera compartir con ustedes cómo lograr que el cambiado de pañal puede convertirse en uno de estos maravillosos momentos de comunicación para el bebé y la mamá.

En primer lugar, de todas las tareas de cuidados cotidianos que el bebé necesita el cambiado de pañal suele ser la menos valorada. Los adultos tendemos a querer hacerlo rápido y de forma efectiva, como si estuviéramos pasando un mal trago y por tanto pareciera ser mejor apurarlo.

Todas las que somos mamás sabemos bien que para nosotras no es en absoluto impresionante cambiar un pañal de nuestro bebé. Lo hacemos sin quejarnos y sin sentir impresión alguna. Pero tal vez podemos sacarle más provecho a una situación que se repite entre 6000 y 7000 veces desde que el bebé nace hasta que deja de usar pañales. ¿Cómo?

  • Anticipando a nuestro bebé que lo vamos a cambiar y esperando a que nos de una señal de que está preparado.«Me parece que necesitás un cambiado de pañal. ¿Estás listo?»
    Aunque parezca mentira, los bebés comprenden desde muy, muy pequeños nuestras palabras y las van asociando a los hechos que suceden en ese momento o inmediatamente después. Si les hablamos con naturalidad, con respeto, con serenidad y esperamos unos momentos antes de proceder al cambiado, a las pocas semanas de vida comenzarán a realizar un pequeño gesto comunicándonos que nos han entendido. De este modo el bebé aprende a ser competente en su comunicación ya conocer poco a poco sus necesidades. La señal que nos de puede ser una mirada, un movimiento de las piernas que antes estaban en reposo, que nos extienda su manito… Es maravilloso descubrir cómo cada bebé tiene su propia forma de responder a nuestras palabras y hacerse entender, ganando así la confianza que otorga el saberse comprendido.
    Si es un bebé que ya se desplaza por sí mismo, puede ser que se aleje ante nuestro aviso, porque quiera seguir jugando. Entonces podemos validar su necesidad y su emoción, a la vez que le recordamos lo que haremos en breve:
    «Veo que te fuiste con la pelota hacia la ventana cuando te avisé que te iba a cambiar el pañal. Entiendo que quieras seguir jugando y que te estás divirtiendo. Entonces te espero y en un minuto más te cambio».
  • Describir el proceso del cambiado de pañal a medida que lo vamos realizando, anticipando siempre el paso inmediato que realizaremos a continuación.
    «Ahora voy a desaborchar el pañal y a sacártelo». El bebé puede retirar tal vez un pie, o dar una mano. «Esto más bien me parece una mano» (entrando en el juego y sonriendo) «pero lo que yo necesito es que levantes la cola» (aclara la expectativa). «¿Podrías levantar la cola o preferís que la levante yo?» (da una opción).
  • Evitar hacer comentarios despectivos respecto al pañal que el bebé pueda vivir que están dirigidos a su persona.Para los bebés, todo aquello que se relaciona con su cuerpo es vivido en forma directa como su propia persona, su propio yo. De este modo realizan paulatinamente la construcción de una identidad acerca de su propia persona. Tal vez sin darnos cuenta podemos mencionar algo que el bebé sienta como un comentario despectivo sobre su propia persona. Es importante saber que un bebé que comprende el contenido exacto de las palabras mucho antes de que pueda verbalizarlas por sí mismo, por lo tanto, el hecho de que no hable no significa que no entienda a la perfección lo que se dice sobre él. En vez de hacer comentarios acerca del olor o el aspecto del contenido del pañal, podemos hacer foco en la comodidad que sentirá el bebé al estar fresco luego del cambiado, así como también mencionando el momento de alegría y encuentro que significó la actividad.«Ya casi estamos terminando, ¡era muy necesario cambiar este pañal! Ahora me ayudaste a que te lo abroche quedándote quietita, te lo agradezco. Veo que ya estás lista para volver a jugar. Te voy a alzar y te voy a llevar un ratito a tu sector de juego»…

Por supuesto las frases mencionadas son solo algunos ejemplos posibles. Pero la idea central sería esa.

¿En qué se beneficia el bebé con un cambiado de pañales al estilo Pikler?

  • se establece un víncluo amoroso y colmado de respeto enter el bebé y quienes lo cuidan
  • el cambiado de pañal se vuelva una situación de constante aprendizaje
  • el bebé se vuelve cada vez más competente en su dominio motor
  • se genera una relación de cooperación mutua que luego se aplica a otros cuidados cotidianos
  • se favorece el desarrollo del habla
  • se nutre en el bebé el sentimiento de autonomía, competencia y autoconfianza.

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GoGreen, la Evolución del pañal

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