¿Cuál fue la mejor parte de tu día? Y la peor?
¿Cuál es tu juego favorito?
¿Si fueras un sandwich, cuál serías?
¿Qué es lo que más te gusta hacer fuera de casa?
Si pudieras estar adonde quisieras ahora mismo, ¿a dónde estarías y qué estarías haciendo?
¿Cuál es tu animal favorito? ¿Por qué?
¿Cuál es la cara más graciosa que podés hacer?
¿Cuál es tu canción favorita? ¿Por qué te gusta?
¿Cuál es el mejor sueño que tuviste en tu vida?
¿A dónde te gusta ir en el auto?
¿Y qué fue lo más feo que oliste?
¿Cuántos sonidos de animales podés imitar?
¿Si pudieras tener un super poder, cuál sería?
¿Cuál es el aroma que más te gusta oler?
¿A quién amás? ¿Qué te hace amarlo?
¿Si pudieras pedir 3 deseos, cuáles serían?
Estas son algunas de las 99 preguntas que preparó la maravillosa mamá del blog Quirky Momma para imprimir, decorar, enrular y meter dentro de un jarro junto con sus hijos.

¿Qué hacen luego? A la hora de la cena, cuando nota que se están quedando cortos de temas de conversación o que tiende a hablar con el marido sobre cómo estuvo el día quedando los chicos fuera de la charla, simplemente abren el jarro, sacan un papelito y ¡problema resuelto!
En su blog en inglés podés encontrar las 99 preguntas para bajarlas e imprimirlas. Yo solo traduje algunas para compartir esta maravillosa idea y se me ocurre que otra parte entretenida de la actividad sea durante un tiempo coleccionar preguntas divertidas e interesantes e ir sumándolas al «jarro salva charlas».
¡Sería genial si querés agregar tus preguntas favoritas a los comentarios. De este modo, otras personas que lean la propuesta podrán aprovechar también tus aportes e ideas!