Preparando este artículo estuve mirando un poco lo que hay en internet sobre dietas y como imaginarán es un universo infinito. Entre todos ellos, encontré la «dieta secreta» donde juran y perjuran que los alimentos bajos en grasas no funcionan, las dietas bajas en calorías no funcionan, los planes bajos en carbohidratos no funcionan… Al parecer sólo funcionan los planes Dietéticos de Weight Watchers y Jenny Craig. No puedo dar fe porque no me atrevo a probar algo que realmente funcione, ¿dónde quedarían las metas de mi vida si ya no tuviera que bajar esos últimos 3,350 kilos después de parir tres hijos?
El otro día, justamente con los tres niños y los 3 kilitos de más fui de visita a lo de una amiga muy querida que siempre encuentra una oportunidad para reírse ante todo lo que le sucede en la vida.
Fue paciente oncológica, por ejemplo, y se reía diciendo que le sacaba todo el provecho posible poniendo cara de patito mojado para conseguir prácticamente todo lo que quería. Y te lo cuenta riéndose a carcajadas, abrazando la vida en su risa. ¡Qué actitud!, ¿verdad?
En su contestador automático dice «No estoy en casa pero no te desconsueles, vuelvo»… Siempre que lo escucho se dibuja una sonrisa en mis labios.
Es una socióloga experta en sindicalismo y derechos de la mujer y cuando viaja por el mundo por trabajo inventa historias que no son ciertas para horrorizar a los que tienen una mirada prejuiciosa sobre latinoamérica.
Además es una flamante abuela que afirma que lo que a ella le sale es ser abuelo: mucho de comprar regalos y sacar a pasear y nada de andar cambiando pañales y haciendo upa.
Hace muchos años, ella me prestó su hogar (y su computadora) para que completara mis estudios universitarios y cuando la primera noche de convivencia le pregunté qué es lo que cenaríamos me contestó muy contenta: ¡Lo que vos cocines, querida!
En fin, esa es mi querida amiga y como ya les dije, el otro día fui a su casa de visita. Como vive lejos y me esperaba un viaje largo de regreso a casa quise pasar por el baño antes de partir. Me lavé las manos, me las sequé y levanté la vista para verme en el espejo. Fue entonces cuando me encontré con este hermoso cartel:
¿Verdad que es una excelente idea? De ese modo, estarás lista para recibir los primeros calorcitos con la autoestima ¡pum para arriba! y sentirte divina… ¡Tal vez los de la dieta secreta tengan razón y a tus amigas tampoco les funcionen los planes bajos en carbohidratos!
Solo por las dudas, por si no funciona esta genial estrategia de invocar la piedad celestial para que suban de peso las amigas, te aseguro que el humor y la risa sí pueden hacer una diferencia. Es sabido que tendemos a comer de más cuando sentimos la necesidad de llenar un vacío que tiene mucho más que ver con las emociones que con el estómago. Conocida técnicamente como depresión postparto, la tristeza que puede surgir en el puerperio es natural y pareciera que no alcanza el chocolate del mundo para saciar el desconsuelo que sentimos. Y de verdad, no alcanza el chocolate porque no es comiendo como se transita mejor el puerperio, sino aceptando el proceso con naturalidad y sabiéndonos apoyadas, sostenidas amorosamente por nuestras familias. Y si además, entre mamada y mamada podés reírte un poco de vos misma o nutrirte haciendo cosas que te hacen sentir bien, ¡mucho mejor todavía!
Por eso las invito a que compartan con la comunidad de MAMMA MÍA las cosas que las hacen reír y sentirse felices. Armemos una lista y que todas podamos usar esas ideas para llegar al verano como realmente nos merecemos: enamoradas de la vida, aunque no logremos hacer desaparecer del todo la linda pancita que revela que no hace tanto se gestó allí una nueva y maravillosa vida.
Para empezar, a mí me hace feliz andar en bici sintiendo los perfumes primaverales que ya asoman en cada esquina.
Y también río con ganas cuando logro «burlarme de mí misma», exagerando alguna dificultad del momento para darme cuenta después de que no era TAN tremenda como me parecía.
¡MAMMAS MÍAS, compartan cuáles son sus secretos para ser felices con lo sencillo de cada día!
Qué buenos son tus consejos, amiga. Yo creo que todas las mujeres en el mundo pueden relacionar a tus palabras y sentimientos.
Mi secreto de ser feliz, un poco del sol en mi cara, (aunque es frío afuera, puedo agarrarlo detrás de la ventana), música alegre que me llama a bailar, y las risas de mis hijos cuando leimos un libro chistoso juntos.
¡Gracias Sra. López! ¡Qué alegría saber de tí! … Estoy de acuerdo, agarrar el tibio sol desde la ventana definitivamente me hace feliz!
Cariños!
Fernanda